DESCUBRIR CULTURA DESDE UN KAYAK. EL OFICIO DE LAS LAVANDERAS.
Hace un tiempo, navegando por un tramo del Río Mijares, en la orilla afloraban unas enormes y extrañas losas de rodeno con dos marcas redondeadas en uno de sus extremos. Al salir del río le pregunté a una señora y emocionada me respondió: - ¡En esas losas se lavaba la ropa y esas marcas son las rodillas de las mujeres que lavaron durante generaciones!
Hoy nos gustaría tener un pequeño recuerdo a las Lavanderas. Uno de tantos oficios guardados en lo más profundo de las aguas de nuestros ríos y relegado a la intrahistoria.
Las Lavanderas eran mujeres humildes, viudas o madres de familias numerosas, ancianas e incluso niñas que desempeñaron una penosa labor a la orilla de muchos de los ríos de nuestra geografía, mujeres que por unos pocos reales lavaban la ropa durante todo el día, hiciera frío o calor, cargando con repletos cestos de ropa y un buen trozo de jabón que ellas mismas confeccionaban.
El trabajo era interminable, mal pagado e insano. Pasaban muchas horas a la intemperie arrodilladas y sufriendo las inclemencias de las humedades y el frío... a fuerza de piedra, jabón y puños.
Foto de El cabanyal valenciano en 1900. |
Goya fue el primero que reflejó en su pintura el recuerdo de estas mujeres. También Pio Baroja y otros escritores se hicieron eco de este oficio.
Incluso se convirtieron en personajes de la mitología de diferentes regiones. Surgieron entonces las xanas, anjanas, lamiñak y otras variantes regionales y comarcales.
Xana (Lamia, de John William Waterhouse, 1909) |
Según cuenta la leyenda, las lavanderas altoaragonesas sólo pueden ser vistas por personas de corazón limpio y parece ser que su presencia es gratificante. Si se tiene la fortuna de apoderarse de una de sus prendas, la vida deparará dicha y riqueza. También se dice que con una prenda robada a las encantarias, los debinadores pueden deshacer los hechizos de las brujas.
Esta leyenda está extraída del libro "Breve Inventario de Seres Mitológicos, Fantásticos y Misteriosos de Aragón", de Chema Gutiérrez Lera.
En una expedición que organizamos a las Fuentes de Oum er Rbia (en árabe: la madre de las fuentes) del Atlas Medio marroquí, en el año 2006, nos encontramos a lavanderas realizando su trabajo en los márgenes del río. Unas gentes que recordaré siempre por la hospitalidad y cariño con el que nos trataron a todo el equipo. Vaya también a ellas nuestro recuerdo y respeto con este vídeo.
Otro misterioso reconocimiento a este oficio viene del mundo de la ornitología.
Una pequeña especie de ave del orden Passeriformes de la familia Motacillidae, llevan el nombre de este oficio; Lavandera blanca (Motacilla alba), Lavandera cascadeña (Motacilla cinerea) y Lavandera boyera (Motacilla flava).
Estas aves viven en los margenes de los ríos y por su belleza son unas extraordinarias representantes del recuerdo de todas aquellas mujeres que con su trabajo contribuyeron a la higiene y limpieza de las ropas de nuestros antepasados.
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Comentarios
Recuerdo hace muchos años cuando trabajé en una fábrica papelera de Zaragoza, me sorprendió, a pesar del ruido infernal provocado por la maquinaria industrial, ver a un centenar de estas aves posadas en cañas y árboles bajo la luz de una farola, todas agrupadas y recogidas para pasar la noche. No cabe duda de que era un lugar seguro, aunque bastante ruidoso.
Una entrada muy trabajada, completa e interesante.
Saludos.
Me has recordado una de las imágenes mas espectaculares que guardo en mi memoria. Ver el atardecer en zonas donde hay agua es un espectaculo, pero hacerlo en la Marjal de Almenara, observando a miles de Garcillas Bueyeras (Bubulcus ibis)reuniendose e unos arboles que hacian de predormideros, es una estampa dificil de olvidar.
Saludos.
Las garcillas, las gaviotas, las grullas…, si es que todo, absolutamente todo es suficiente para respirar a fondo y rumiar la inexplicable sensación que dentro nos deja.
Saludos
Me ha gustado tu entrada porque un buen kayakero tiene que ver más allá de su pala ;-)